domingo, 11 de diciembre de 2011

Alejandro Narganes (Camiseta): Ojos de niño, memoria de la Guerrilla





Alejandro Narganes, o como le llamaban los que le tenían confianza "Camiseta", sigue teniendo los ojos de aquel muchaco que con catorce años marchó a Barcelona a vivir su segundo vida. La primera la pasó en el monte, entre el laboreo del ganado de un puerto a otro y los encuentros con  la Guerrilla. Lo que nos queda de los que se van son sus recuerdos y a veces sus palabras. Las que voy a trascribir corresponden a una entrevista realizada en casa de su prima Valeriana Alles en Bejes, el 8 de febrero de 1997: 

"Me recuerdo el primer día que vi a los del monte. Tengo una cuadra, donde le llaman Avellanos, aquí en la sierra, y me echaban a soltar las ovejas por la mañana muy pronto. Me asomé y vi a dos que salían de la cuadra, se ve que habían dormido en pajar. No sé quien eran y digo: -«Eh». Se metieron contra unos avellanos, contra unas matas. Yo bajé abrí corriendo la puerta de la cuadra, solté las ovejas y salí corriendo para casa. Tendría doce años o diez. Bajé a casa y me dijeron que no diría nada. Oí comentarios en casa de si sería este o el otro, por las conclusiones que saqué eran Mauro y el otro. Al año o así, a Mauro lo cogieron cerca de una cueva. Entonces vivía mucho en cuevas, después dejaron el sistema ese, y vivían más en casas de familiares o de gentes que les ocultaba o les daba de comer.

Allí estaba en Avellanos también, cuando mataron al de Tresviso a Mateo. Estaba y sentí los tiros y vi correr a Marcos. Nosotros estábamos con un tío. Nos echó para casa y él se quedó allí. A la noche cuando vino nos lo explicó, porque vinieron los vecinos por allí buscándolo. Le estuvieron explicando, que si habían matado a uno, que si se había escapado, que si se había matado por ahí, es que bajar por ahí parece imposible. Al poco tiempo me encontré con Ceferino el de la Hermida, que le llamaban Machado. Estuvimos charlando, tengo muy buenos recuerdos de él y de Santiago. Fue el primero que vi, cuando bajé a casa me dijeron: -«¿Pero por qué le conoces tu?» -«Porque me lo dijo él». A parte de esto le había visto venir por aquí cuando la guerra o antes de la guerra, que venía a cazar con unos perros. Además era inconfundible porque no entraba por esa puerta. Tengo un buen recuerdo de lo que era la política, de lo que era la libertad".

Con la juvilación empezó su cuarta o quinta vida. Con el mismo brillo en los ojos empeño su ilusión en  los Sotombos, para hacer un jardín entre las rocas de la finca. Era una vuelta al monte, al que  debe su forma de ver las cosas y al que siempre fue fiel. Su admiración por Santiago Rey, se resbalaba en cualquier momento de la conversación, de quien heredó su ensueño por la libertad.

Camiseta, ha sido un placer conversar contigo. Y estoy seguro, que una de estas vidas venideras tendremos ocasión recorrer juntos los senderos de la memoria otra vez.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Presos con causa: homenaje a la memoria y lucha contra el tiempo.



Desde que iniciamos este proyecto se nos han escapado entre los dedos la vida de tres personas entrañables que visitaron la Prisión, por pensar que una sociedad más justa era posible y por defenderla frente a la dictadura: MIGUEL VÁZQUEZ, MARTÍN SANTOS Y MARCELINO ANDREA.
Si este proyecto tiene sentido es por recuperar la memoria de varias generaciones, que fueron víctimas del Franquismo y que todavía hoy no se ha dignificado su esfuerzo, ni reconocido sus sufrimientos. Que sirva esta breve nota como homenaje a todos ellos, y como muestra de apoyo a sus familias.
Hoy quisiéramos enviar a Mateo (sobrino-nieto de Marcelino Andrea) un saludo como muestra de cariño y agradecimiento por su apoyo decidido al proyecto en estos días tan difíciles para él y su familia.

Tino y Carolina
(Presos con Causa 1936-1978. Abrir las puertas de la historia)

martes, 6 de diciembre de 2011

Frente norte

Regreso con el otoño aún en los árboles.
En la Collada, las trincheras de la guerra
van deteriorándose cada vez más.
Poco a poco serán invisibles.
Como los recuerdos y los muertos.

Trincheras

Parece ser que en el cordal que dominan Peña Negra y Peña Morquera, a la sombra de Peña Galicia, se mantuvo parado mucho tiempo el Frente del Norte durante la Guerra Civil. Como resultado quedó, similar a una larga cicatriz, la línea de trincheras que ahora dormitan decadentes entre escobas y brezos.
Tras la contienda muchos de los refugios y abrigos fueron aprovechados por la guerrilla que en aquellos montes permaneció durante años, y desde donde dispuso de una privilegiada atalaya para la vigilancia de los pasos de las fuerzas represoras franquistas.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

'Donde habita el olvido' Documental

Acabo de recibir este documental enviado por mi amigo Rubén Vega, y no puedo reprimir las ganas de compartirlo. A Rubén lo conozco desde las terceras jornadas de Historia y Fuente Oral que se celebraban en Ávila, a principios de los noventa. Su tema de investigación, desde el departamento de historia de la Universidad de Oviedo, ha rondado siempre el movimiento obrero y lucha antifranquista, en especial las grandes huelgas de los obreros asturianos de 1962 y 1963. En este, su segundo documental junto con Alejandro Zapico nos acerca la historia en primera persona. Pero no por medio de un personaje, sino de una persona que adquiere el protagonismo de un tiempo que le tocó vivir al igual que otras miles de personas de su generación en este país. Reproduzco más abajo la noticia de la presentación del documental realizado hace un año.

El Principado presenta el documental 'Donde habita el olvido'

El viceconsejero de Bienestar Social y Vivienda, Ángel González, ha presentado este martes el documental 'Donde habita el olvido', que muestra los años de huida y lucha de un soldado republicano, Aquilino Gómez. González ha estado acompañado por el director, Alejandro Zapico, y el guionista y profesor de Historia de la Universidad de Oviedo, Rubén Vega.
El documental cuenta, a través de los recuerdos de su protagonista, a punto de cumplir de 96 años, la historia de Aquilino Gómez durante los 20 años que van desde su salida de España, con la caída de Cataluña en 1939, hasta su salida del penal de 'El Dueso' en 1958, tras cumplir más de 12 años de condena. De este modo, el documental muestra diferentes etapas de su protagonista como miliciano, soldado en la Guerra Civil Española, refugiado, exiliado, resistente contra el nazismo, preso político y militante comunista.
Alejandro Zapico ha explicado en rueda de prensa que las escenas del documental han sido rodadas en distintos puntos de la geografía española y francesa, como la fosa común de Estépar, Camprodrón -el lugar por donde Gómez cruzó los Pirineos para salir de España-, el campo de concentración de Gurs, Toulouse -donde estuvo exiliado-, Lastres, la antigua comisaría de la calle Cabrales en Gijón -donde fue torturado- y los penales de Burgos y El Dueso -en los que cumplió condena-.
Asimismo, el guionista del documental, Rubén Vega, ha recalcado la "lucidez y vitalidad" de Aquilino Gómez. Para el profesor de Historia, este documental se trata de un "viaje por la memoria" que el protagonista "nunca perdió" y que, ha insistido, "hay que preservar". Además, ha señalado que la vida de Gómez mantiene "una línea de coherencia permanente, con una mirada autocrítica y la satisfacción de haber luchado por unos ideales".
Por su parte, Ángel González ha vinculado la elaboración de este documental con los objetivos de la Ley de Memoria Histórica. Para el viceconsejero, la defensa de la democracia y la libertad "no tiene precio". En este sentido, ha dicho que se puede dejar "que se pierdan estos de derechos por el interés de la sociedad y del futuro".

Franco y Cuelgamuros: no tenemos derecho al olvido - España - Diario digital Nueva Tribuna

Franco y Cuelgamuros: no tenemos derecho al olvido - España - Diario digital Nueva Tribuna


Con mejor o peor destreza, mi intención al escribir sobre nuestro pasado reciente no es deleitar, mucho menos complacer a mandarines, sino tratar de mantener viva la memoria sobre un crimen tan brutal e indescriptible como poco difundido, con seriedad, por los medios de comunicación globales. Se habla con toda justicia de los crímenes de Hitler, de la diáspora judía, de las purgas estalinistas, de la brutalidad de Mussolini, de los “errores y daños colaterales” cometidos y perpetrados por el “emperador” Bush, pero apenas se dice nada de la dictadura más sangrienta y castradora, tanto por su intensidad como por su extensión en el tiempo, que haya existido en la Europa del pasado siglo: La presidida por el asesino iletrado Franco Bahamonde, sobre cuyos restos inmortales acaba de emitir disparatado dictamen una comisión de cartujos.
Sí, es cierto, la guerra civil española es uno de los episodios históricos sobre los que más libros se han escrito, pero también uno sobre los que menos se ha leído. Hay miles y miles de libros sobre la cuestión, muchos de ellos ilegibles, otros honrados y una minoría serios y rigurosos que casi nadie, después de comprarlos por tal o cual recomendación, ha sentido, siquiera, la curiosidad de ojear. A estas alturas, la desinformación intencionada sobre la terrible represión franquista, sin parangón en ningún país de nuestro entorno: Al lado de Franco, Mussolini fue “santo varón”, llega a niveles tan increíbles como insultantes. Hoy, en esta España que presume de moderna y potente, la inmensa mayoría de los españoles cierra los ojos ante un periodo de horror como pocas naciones han conocido, nuestros chavales apenas saben quien fue Franco, incluso algunos de ellos –no tienen la culpa, es lo que oyen, lo que se les enseña en los centro oficiales de la democracia, públicos o concertados parasitarios- se atreven a cantar himnos fascistas y a defender públicamente al estúpido genocida, al individuo más perverso que ha dado nuestra nación en toda su historia.
Amenudo me he preguntado, con enorme ingenuidad, por qué ese silencio nacional e internacional sobre la tremenda represión que sufrió el pueblo español al acabar la guerra, por ese exilio que ha pasado a los anales de la historia como el más largo, prolongado y mutilador de los habidos en nuestro continente, por qué tanto “demócrata callado” ante la barbarie que se cometía en nuestro solar, por qué tanta polémica absurda sobre si unos y otros cuando no había unos y otros, cuando quienes incendiaron y planificaron un exterminio ideológico inaudito fueron los militares africanistas, la iglesia católica española y la plutocracia nacional con la ayuda de sus homólogos de todo el mundo. La respuesta no necesitaba tantos devaneos ni tanto tiempo perdido. Estaba a la vuelta de la esquina: Franco incendió España con la ayuda de Italia y Alemania, azuzando los bajos instintos de los mercenarios moros, acabó con la democracia, mató, torturó y expulsó del país, dejándolo huero, a cientos de miles de personas, entre las que estaban quienes formaban parte del verdadero Siglo de Oro de nuestra cultura, nuestra educación y nuestra ciencia: Los hijos de la Institución Libre de Enseñanza, la mejor generación de españoles que hayamos sido capaces de parir y formar. Jamás volvieron los muertos, jamás los desaparecidos, se ocultaron los torturados aterrados para contagiar su lógico miedo a sus hijos y nietos, se desperdigaron por más de cuarenta países los desterrados, los que todo lo habían entregado al engrandecimiento de su patria, los que la habían amado con toda su alma y se encontraron, de la noche a la mañana, en los campos de concentración de una Francia derrotada, pesimista y vergonzante o en los brazos siempre cálidos de México –deuda eterna con el pueblo mexicano, con Cárdenas y sus magníficos diplomáticos-, Cuba, Argentina, Chile y tantos países que se brindaron a dar cobijo a esa insólita “Numancia Errante” de que hablaba Luis Araquistain.
Las piedras de España fueron hechas añicos por quienes manoseando su nombre, acudieron a la Legión Cóndor para destruirla; las familias españolas fueron masacradas por quienes decían defender la familia; la cultura española fue exterminada por quienes hablaban de un nuevo amanecer; nunca, en nuestro largo deambular por la historia, el desorden y el crimen organizado campearon por nuestro solar como cuando los traidores decidieron usar las armas del pueblo contra el pueblo; jamás, España anduvo tanto tiempo entre tinieblas y sangre. Y, ¿Cómo, después de un drama tan inmenso y prolongado, nos olvidamos, se olvidaron de lo que habían hecho con España? El régimen de terror implantado por los africanistas fue de tal magnitud que explica por sí solo el silencio, la indolencia, la apatía, la abulia de los españoles que, como eunucos, quedaron dentro del inmenso campo de concentración en que convirtieron a España; en cuanto a las grandes democracias, su silencio, la ocultación del genocidio franquista, sólo se entiende por su complicidad con la tiranía: Inglaterra, Francia y Estados Unidos, cada cual a su modo, fueron colaboradores necesarios para el triunfo de los genocidas, fueron, por tanto, cómplices de los asesinatos, las desapariciones, los exilios, las torturas que durante décadas asolaron nuestro país. Francia, porque estaba sumida en el miedo y en la decadencia más absoluta; Inglaterra y Estados Unidos –que ayudaron a Franco desde el primer momento vendiéndole todo tipo de pertrechos y poniendo en marcha el calamitoso Comité de No-Intervención- porque preferían tener a un dictador sanguinario pero obediente al frente de los destinos de España, que a un gobierno democrático que defendiese la soberanía nacional.
Existen miles de metros de celuloide grabados por los nazis sobre la destrucción de España, sobre el genocidio, el holocausto y la diáspora española. Los nazis grababan todo lo que hacían en España para poder aplicarlo después con mayor eficacia; existen miles de fotografías sobre la destrucción de España en los archivos españoles pese al empeño que puso Franco en destruir todo vestigio del terror… Todavía espero ver una película como El Pianista, de Polansky, sobre nuestro drama; todavía aguardo oír a los grandes políticos, escritores, historiadores e intelectuales europeos y americanos hablar sobre el genocidio franquista; todavía espero que llegue el día en que no sea preciso escribir un artículo tan triste y desolado como el presente.
Hace setenta y dos años, en días de frío furioso, el ejército de la democracia española, el pueblo que se defendía en soledad contra el ataque del nazi-fascismo mundial, atravesaba la frontera de los Pirineos, agotadas sus fuerzas, sin resuello, sin moral, con hambre, con rabia, con impotencia. Después de luchar heroicamente para defender su libertad y la del mundo libre, fueron encerrados como criminales en campos de concentración que semejaban pocilgas. Muchos murieron en ellos, otros contribuyeron a liberar París, otros fueron llevados a los campos de exterminio nazis, otros devueltos a los patíbulos españoles, otros escaparon a México. Setenta y cinco años han pasado desde el comienzo del incendio; setenta y dos años del fin de una guerra que nunca debió ser y del inicio de una dictadura que no habría existido si las grandes democracias así lo hubieran querido tras el triunfo aliado: Setenta años de silencio, de ocultación, de hipocresía, ignominia internacional. Sólo México, una pequeña potencia convertida en gigante de la dignidad humana, del derecho de gentes, se atrevió a defender la causa de la democracia republicana española en todos los foros, contra todas las democracias que escondían la cabeza debajo del ala o veían con buenos ojos una dictadura en España. Son, las razones de un silencio ruin, de uno de los mayores escarnios históricos de nuestro tiempo al que sirve como colofón la victoria de los neofranquistas en las pasadas elecciones y la decisión de la comisión que otorga a la Iglesia católica la última decisión sobre el destino de los restos del genocida. Vergüenza es una palabra muy leve, no tenemos derecho al olvido. Pasen y vean.

jueves, 24 de noviembre de 2011

MADRID:Exposición “La Dictadura de Franco. Cuarenta años de represión”

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EXPOSICIÓN “LA DICTADURA DE FRANCO”
Del 20 de noviembre al 15 de diciembre
Realización:  Foro por la Memoria de Segovia
Dirección:  Santiago Vega
Club de Amigos de la UNESCO (CAUM)
Pl.Tirso de Molina, 8.
MADRID

T l f n o .  9 1 . 3 6 9 . 1 6 5 2   -   9 1 . 4 2 9 . 6 3 . 5 6

Consta de unos 30 paneles explicativos sobre los diferentes mecanismos represivos del régimen y los represaliados por los mismos, a nivel estatal, y desde el golpe de estado hasta el fin de la dictadura.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Los sueños que la Prisión de Santander no podrá albergar


En otras ciudades han sido capaces de dar vida a edificios históricos. En ésta que habitamos poco a poco vamos borrando las huellas de nuestro suelo. Mientras otros los llena de cultura, nosotos de coches. Ahí queda este reporje, que me llena de añoranza de lo que pudo ser y no es.

REPORTAJE

Celdas llenas de arte contemporáneo

Propuestas experimentales y alternativas se dan cita en un antiguo presidio de Turín




El País. ROBERTA BOSCO - Turín - 07/11/2011
Hay espacios que resumen la historia de una ciudad. Le Nuove, la cárcel de Turín, durante más de cien años, es uno de ellos. Lugar de reclusión de judíos y partisanos durante el fascismo, se convirtió en un símbolo de la represión del movimiento obrero y estudiantil durante la década de 1970, para cerrar en 1986 llena de inmigrantes sin papeles. Ahora, en el marco de la gran reconversión de la memoria arquitectónica urbana de la ciudad, Le Nuove ha reabierto sus puertas como espacio visitable y para acoger eventos artísticos y culturales. Entre estos The Others, un proyecto entre expositivo y ferial, dedicado al arte contemporáneo emergente, que este fin de semana ha desplegado en las celdas de los brazos femeninos unas setenta propuestas de colectivos de diversas disciplinas, organizaciones sin ánimo de lucro, editores alternativos (y tradicionales), y también galerías, con la condición que tuvieran menos de tres años de vida.

Los organizadores del evento han sido la edición italiana de la revista Rolling Stone y Roberto Casiraghi, ya creador de la feria de arte contemporáneo Artissima, la segunda más importante de Italia después de Bolonia, que también se celebra en estos días en Turín.
Precisamente para no competir con Artissima, The Others no sólo es emergente y experimental, sino también nocturna, ya que abre cuando cierra la otra, donde por cierto exponen tan sólo dos galerías españolas: Nogueras Blanchard de Barcelona y Carreras Múgica de Bilbao.
En The Others hay un poco de todo: muchos vídeos e instalaciones, cajas de luz, proyectos colaborativos y una conexión wi-fi, que ya quisieran los galeristas célebres de Artissima. También es posible realizar una visita guiada, acompañados por las anécdotas de los exreclusos que no tienen desperdicio, mientras que en el antiguo cine de la cárcel se suceden los conciertos y los recitales de poesía y literatura, que tuvieron su momento álgido con la lectura de Viola di Grado, la última heroína de la novela italiana, acompañada por las mezclas de un dj. Parece ser que el arte ha definitivamente tomado la vieja prisión, en cuyos alrededores el Living Theatre de Judith Malina y Julian Beck, que en esta ciudad vivió varios años, iba a representar sus combativas performances en los años de plomo.
Un cliché
Turín está decidida a abandonar su cliché de ciudad barroca e industrial, triste y gris, donde Cesare Pavese se disparó en la sien y donde Nietzsche tuvo su primera crisis de locura en público, cuando abrazó un caballo, llorando por los males del mundo. Ya lo intentó con el Castello di Rivoli, museo de arte contemporáneo con una extraordinaria colección de arte povera, que desde el cambio de dirección hace dos años está perdiendo prestigio y visitantes por momentos. Así que ahora la apuesta es por lo innovador y alternativo.
Lo demuestra también el Piemonte Share Festival, que celebra hasta el 13 de noviembre su séptima edición Cops & Robbers, un título pop que define la aproximación provocadora de la más importante muestra italiana dedicada a las tecnologías digitales y su relación e influencia en el ámbito artístico y cultural. "Policías y ladrones, inocentes y culpables, legales y subversivos, respetuosos y revolucionarios: queremos bucear en la controvertida relación entre lo poético y lo político en las prácticas artísticas contemporáneas. Es una línea muy sutil la que divide la legalidad de la ilegalidad en el campo de la libertad de expresión, la filtración de noticias, el activismo, el copyleft, el apropiacionismo y el intervencionismo", indica Simona Lodi, creadora y directora con Chiara Garibaldi de la muestra, que incluye también el Japan Media Art Festival. Entre los participantes, llamados a debatir sobre arte, activismo y nuevos medios, el escritor Bruce Sterling y Steve Kurtz, del Critical Art Ensemble.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Homenaje al Cariñoso

La CONFEDERACIÓN NACIONAL DEL TRABAJO (CNT),  junto con ARCHIVO, GUERRA Y
EXILIO (AGE) celebrará -en el cementerio de Ciriego, de Santander- un
homenaje a JOSÉ LAVÍN COBO (PIN "EL CARIÑOSO"), cuando se cumplen 70 años
de su muerte a manos de la Guardia Civil.

El acto se celebrará a las 12 horas del sábado, 29 de octubre, y
consistirá en la colocación de flores ante el monumento dedicado a su
memoria y a la del resto de miembros de su grupo, y también tomarán la
palabra militantes de CNT y AGE, así como todos aquellos asistentes que lo
deseen.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Reportaje sobre el Libro de Gerardo Iglesias sobre la Guerrilla en Asturias

El País

REPORTAJE de NATALIA JUNQUERA - Madrid - 09/10/2011

"Los quemaron vivos, atados dentro de la cocina"

El ex secretario general del PCE Gerardo Iglesias recoge en un libro 22 historias de la represión en Asturias

En octubre de 1937, las tropas franquistas ocupan Asturias, pero los vencedores no se conforman con la victoria. Del horror y la crueldad que vino después -asesinatos, violaciones, torturas...- acaba de escribir el ex secretario general del PCE y fundador de CC OO e IU, Gerardo Iglesias (La Cerezal, Mieres, 1945), un libro estremecedor, Por qué estorba la memoria (Editorial Madera de Noruega), con 22 historias de guerrilleros antifranquistas asturianos y familias que se involucraron en la lucha contra Franco. Como la de Emilio Rubiera, quemado vivo junto a sus dos hijas en su propia casa por ayudar a los que se habían fugado al monte.
"Cuando quemaron la casa era de noche, no recuerdo la hora. Antes, cargaron camiones. Lo robaron todo", relata Guillermina Rubiera, nieta de Emilio y sobrina de Carmina y Asunción. "Los tres fueron quemados vivos, atados dentro de la cocina". Los vecinos les oyeron gritar. "No habían estado comprometidos políticamente", explica Iglesias. "Sencillamente, habían dado comida a los guerrilleros por generosidad".
Teresa Valles fue apresada en 1941 por un grupo de falangistas entre los que estaba su hermano Gorgorino. A las puertas de un colegio, en plena calle, delante de vecinos y colegiales, le pegaron una brutal paliza. "Yo no podía creer lo que estaba viendo", recuerda en el libro Urbano Álvarez, entonces uno de los niños que presenció la escena. "La pateaban y saltaban sobre ella, tendida en el suelo. Lo más increíble es que su hermano, en vez de ayudarla, le gritaba: ¡Dinos dónde están los guajes!". Se refería a sus tres sobrinos, escondidos en el monte. Teresa no habló. Fue trasladada al campo de concentración de Figueras. "Y allí murió, sola, vomitando sangre por la paliza pública que había recibido", relata Iglesias. Tenía 66 años. Su marido, Manuel Argüelles, recibió la noticia preso en la cárcel de Oviedo.
93 días después de la muerte de Teresa, su hijo Víctor, de 28 años, refugiado en el monte desde la caída de Asturias, moría a manos de un compañero, Manuel Fernándes Vigil, Lolo el gatu. Se conocían desde niños. Aquel día, en una de las casas que servía de apoyo a las guerrillas, Víctor charlaba con las hijas del dueño cuando Manuel le encañonó. A Víctor solo le dio tiempo a decir: "No me mates, compañero". Era el sexto miembro de la familia que perdían los Argüelles.
Son, confiesa el autor, algunas de las historias que más le han sobrecogido de todas las que ha escuchado en los dos años largos que lleva preparando este libro, repleto de escenas de barbarie, relatadas con estremecedores detalles por los familiares que sobrevivieron y los testigos, incapaces de olvidar. "Me planteé escribir 22 historias particulares, en lugar de una general sobre la represión, porque creo que a través de ellas la gente de la calle puede comprender mejor", explica.
Entre esas 22 historias está la de su propia familia. "Con cinco años, yo he visto cómo saltaban sobre el cuerpo de mi padre delante de su propia casa", relata Iglesias. Hubo periodos en los que todos los miembros de la familia estaban en un campo de concentración o en la cárcel. En la prisión de Mieres nació su hermana, Delfina. Agonizó durante días junto a su madre, Priscila, hasta que su tía se la llevó a casa y logró salvarla. Los dos tíos maternos de Iglesias, Eliseo y Gerardo, fueron asesinados. El cuerpo del segundo, acribillado a tiros por un grupo de falangistas en 1940, fue expuesto en la plaza del pueblo de Ciaño como trofeo. La familia no sabe en qué fosa o cuneta fueron enterrados.
De la represión franquista, asegura Iglesias, nació su vocación política. La dejó en 1988 para volver a la mina, en Asturias, por diferencias con IU. "Mis ideas siguen siendo las mismas, y en el hipotético caso de que se diera la situación, yo volvería a estar en el ajo", afirma hoy. Está enfadado. "No hace mucho, en Francia, Dior expulsaba a un modisto por haber alabado a Hitler en una taberna. Aquí, la Real Academia de la Historia ha publicado una biografía que elogia a Franco. En España estorba la memoria porque a la derecha le aporta más réditos dejar las cosas como están. La ley de la memoria se quedó largamente corta y el procesamiento del juez Baltasar Garzón es un ejemplo diáfano de cómo en este país todavía se cultiva el olvido a las víctimas y la impunidad de los crímenes del franquismo".

jueves, 6 de octubre de 2011

Proyección del Documental "Golpe a Golpe. Queda la Palabra".




El próximo viernes, día 7, a las 19H.30’, en el Salón de Actos del Centro de Cultura Antiguo Instituto (Cl Jovellanos, 21), tendrá lugar la proyección del documental Golpe a g olpe. Queda la palabra, dirigido por Alejandro Zapico sobre una idea original y guión de Rubén Vega.

   
El documental muestra los testimonios de testigos de las torturas perpetradas en la postguerra y en los años 60 y 70 en Asturias. Aparecen los testimonios de Amor Prado, Marcelo García, Víctor Bayón, Anita Sirgo, Francisco Prado Alberdi y Mari Luz Fernández.

         Tras la proyección habrá una charla-coloquio en la que intervendrá Guillermo Rendueles, que reúne la doble condición de torturado y persona capaz de analizar la tortura desde una perspectiva profesional.

         Este acto sobre la tortura en Asturias está organizado por el Ateneo Obrero de Gijón y la Sociedad Cultural Gijonesa.

         La entrada es libre

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Las primeras publicaciones sobre la guerrilla en Cantabria.

Enredando en Internet he encontrado en formato PDF una antiguo artículo de José Ramón Sáinz Viadero: Los últimos guerrilleros de Cantabria. Fue publicado en 1977 en la mítica revista Tiempo de Historia. La revista pasaba por mis manos en el camino que iba del Kiosco a las manos de mi tío Pepe, de quien heredé años más tarde la colección completa y las cenas de los jueves en el bar Caracas en las que compartí mesa con Campillo, miembro de la Brigada Machado y, creo que es tiempo de confesarlo, "musa" de mi libro. Me reencontré con el artículo años después cuando inicié la investigación sobre la Guerrilla en los montes de Cantabria. Junto con los libros de Isidro Cicero fue de los primeros documentos que diseccioné, antes de lanzarme grabadora en mano a búsqueda del testimonio directo de los protagonistas.

El artículo relata la caída de Juanín y Bedoya, siguiendo el relato de la prensa de la época, que casi en tiempo real publicó la información, aderezado de otros datos obtenidos de los buenos contactos que ha sabido cuidar. Lo que siempre me llamó más la atención y con el paso del tiempo todavía me intriga, es como consiguió la fotografía de la moto en la que fue abatido Bedoya, que todavía en 1977 estaba encerrada en el garaje del Gobernador Civil de la Provincia.

Os adjunto dos enlaces, la del artículo en PDF que ha motiva este post (http://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/25163/3/THIII~N34~P23-28.pdf) y el de la revista, que está accesible en la red (http://www.tiempodehistoriadigital.com)

Un superviviente de los campos de concentración franquistas reclama que se conozcan la esclavitud y las torturas

"No guardo rencor, pero que se sepa qué pasó"

RAÚL LIMÓN - Sevilla - El País- 25/09/2011

"Éramos esclavos", así se refiere José Barajas (Huelma, Jaén, 1916) a los batallones de trabajadores del franquismo, donde penó durante tres años al acabar la Guerra Civil con miles de represaliados y exsoldados de la República. Con 95 años, recuerda en conversación telefónica desde Barcelona, donde ahora vive, el hambre y la muerte de compañeros por inanición, por suicidios y por enfermedades después de sufrir tratos vejatorios. Con el paso del tiempo, asegura que no guarda rencor -"solo a veces", admite-, pero pide que no se olvide esta historia. "Que la juventud sepa qué pasó".
Barajas se alistó de voluntario y pasó una década "viendo morir gente"
Barajas se alistó como voluntario al comienzo de la Guerra Civil para defender la República y se convirtió en uno de los miles de esclavos del franquismo que realizaron trabajos forzados.
Era hijo de socialista y desde muy joven asistía a los mítines del partido en burro. Tenía 20 años cuando estalló la guerra y se alistó en los batallones de voluntarios. Desde ese momento, pasó una década "viendo morir gente".
Tras la contienda y al comenzar la II Guerra Mundial, Barajas fue enviado como esclavo a Punta Paloma, en Tarifa (Cádiz), donde construyó los fortines para las ametralladoras y los cañones, entre ellos el considerado más grande del Ejército, traído desde Mahón (Menorca). Según contaron sus compañeros de destino, fue arrastrado por los presos por zonas donde no había ni carreteras. Recuerda suicidios de compañeros, hambre, "y que nadie se preocupaba".
En Facinas (Cádiz) construyó una carretera y un campamento militar. Las bellotas del campo y la comida que traían mujeres de la zona aliviaron el hambre de los batallones. "Comíamos hierbas, naranjas con piel y los arenques con la cabeza, la espina y todo lo que llevase; todo lo comíamos", recuerda.
También construyó una carretera en Conil de la Frontera (Cádiz), donde un alférez sintió lástima de la situación y aumentó las raciones de comida. Los pescadores les daban cubos de sardinas a cambio de que les ayudaran con las redes.
Compartió el campo con tres jefes republicanos vascos llegados del Patronato de Redención de Penas por el Trabajo, una institución creada en el Ministerio de Justicia para distribuir a los esclavos.
De Bolonia recuerda la enorme decepción al descubrir que Estados Unidos obviaba la situación de los presos y negociaba con el Gobierno español la instalación de bases militares. "Estábamos tan ilusionados que planeamos que, cuando viniesen a liberarnos, les quitaríamos los fusiles a los escoltas, los encerraríamos y saldríamos en busca de los que viniesen a salvar al Gobierno de la República y luchar junto a ellos. Pero ya ves, fue todo lo contrario", afirma.
Barajas pasó por campos de concentración de Navarra y por tres de los 54 que hubo en Andalucía; lugares que, junto a depósitos de presos y zonas de fosas comunes, el grupo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía (RMHSA) de la Confederación General del Trabajo (CGT) ha pedido que sean declarados, protegidos y señalizados, según la legislación andaluza.
La ausencia hasta ahora de una figura de protección ha supuesto la desaparición de algunas instalaciones, como el caso de las de La Algaba (Sevilla), uno de los centros más duros donde se concentraron los esclavos que construyeron el Canal del Viar y donde muchos fallecieron, como en otros campos, por el hambre y el maltrato.
Muchas de las infraestructuras que construyeron los presos, como las pistas del aeropuerto de Málaga o el Canal del Bajo Guadalquivir, aún están operativas o constituyeron la base de fortunas particulares sin que exista ni un solo elemento que recuerde cómo y por quiénes fueron levantadas.
El testimonio de Barajas apoya las pretensiones del grupo memorialista de la CGT. Su experiencia vital ha sido recogida y difundida por la asociación Memoriaren Bideak, Collectiu Republicà del Baix Llobregat y Memoria Antifranquista del Baix Llobregat.