viernes, 3 de abril de 2009

LA NOCHE OSCURA


Callar es como olvidar el nombre de los muertos.
Pero por las noches de este anciano pasan todos
como en una larga marcha de fantasmas ateridos.
Callar es como olvidar el nombre de los muertos.
Por eso es mejor el grito
pese al dolor infectado de la memoria.
La voz de los muertos es una luna nueva,
una noche oscura
que es, al fin, esencia de la noche,
un dolor eternamente triste
que los vivos guardan para el polvo
en los manuales de historia:
“Entre marzo y abril cruzamos la frontera.
A nuestra espalda la guerra
y frente a nosotros, sin saberlo, la guerra”.

Mariano Calvo Haya

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